Procuro olvidarte
siguiendo la ruta de un pájaro herido.
Procuro alejarme
de aquellos lugares donde nos quisimos.
Me enredo en amores
sin ganas ni fuerzas por ver si te olvido.
Y llega la noche,
y de nuevo comprendo que te necesito.
Procuro olvidarte
haciendo en el día mil cosas distintas.
Procuro olvidarte
pisando y contando las hojas caídas.
Procuro cansarme,
llegar a la noche apenas sin vida.
Y al ver nuestra casa
tan sola y callada, no sé lo que haría.
Lo que haría porque estuvieras tú,
porque vinieras tú, conmigo.
Lo que haría por no sentirme así,
por no vivir así, perdida…